El Gato Yule y la Navidad en Islandia

En Islandia no hay un San Nicolás, simpático y bonachón que entra a escondidas en las casas ajenas con la única y noble intención de dejar regalos para aquellos que han sido buenos y comer galletas. Las tradiciones que caracterizan a los países nórdicos son un poco más sombrías y, a veces, hasta siniestras. No debemos olvidar que éstas nacen en un lugar en donde la gente se enfrentaba, y se enfrenta aun hoy, a la oscuridad que reina en los inviernos del norte, con menos de 5 horas de luz al día.

El Gato Yule es un lindo gatito que forma parte de las tradiciones navideñas islandesas. Es un minino de enormes proporciones, tan alto como una casa, y que husmea a través de las ventanas acechando a sus posibles víctimas y cuando descubre a un niño que no ha recibido prendas de vestir nuevas antes de navidad, lo devora sin más. Si bien sus métodos podrían ser considerados “extremos” por algunos, sus intenciones son buenas: que todos luzcamos bien en Navidad. Es un gatito que tiene algo de aterrador pero mucho de fashionista.

Pero el Gato Yule no es la única amenaza a la que se enfrentan los islandeses en Navidad, también deben esperar la llegada de los 13 chicos de Yule, los “jólasveinarnir”, que no son sino ogros malvados que bajan de las montañas cada diciembre, durante los 13 días previos a la Navidad y dejan regalos o papas crudas, dependiendo si los niños han sido buenos o malos respectivamente. Algunos de estos ogritos son simplemente traviesos y roban sobras de comida o dan portazos, pero otros son asesinos y comen niños. La madre de los chicos de Yule se llama Gryla y es una ogro gigante y con cuernos que cocina en estofados y guisos a los niños que se portan mal durante el año.

Así que si vives en Islandia o vas de visita en Navidad alguna vez y quieres conocer a un lindo gatito gigante y devorador de humanos, basta con que no te compres ropa nueva para Navidad. La buena noticia es que con que recibas un par de medias nuevas puedes salvarte de las garras del Gato Yule. Ven? Además es consciente, y no exige demasiado.